• De acuerdo con las acusaciones, las empresas involucradas representan 80% de la industria cárnica estadounidense, lo que les permitió controlar los precios e incrementarlos a voluntad.
Los Departamentos de Justicia (DOJ) y Agricultura de Estados Unidos (USDA) comenzaron una serie de investigaciones contra diferentes plantas cárnicas, acusándolas de inflar los precios en el mercado de manera artificial desde 2015.
Dentro de las compañías involucradas mencionadas en la demanda presentada en la corte federal de Minneapolis se encuentran Cargill, JBS, National Beef y Tyson, quienes de acuerdo con la información controlan 80% de la industria.
Esta posición, se explicó, habría sido aprovechada no solo para fijar el precio de los productos cárnicos, sino para limitar el suministro de animales destinados a la producción de proteína, con dicho propósito.
Adicionalmente, se señaló que los implicados incurrieron en el intercambio de información confidencial, suministros, precios e incluso comercializaban cárnicos entre ellos, además de que los directivos de las diferentes empresas sostenían reuniones conjuntas.
EMPRESAS AVÍCOLAS TAMBIÉN FUERON IMPLICADAS
En un caso similar, recientemente el CEO de Pilgrim's Pride, Jayson Penn anunció su salida temporal de la empresa —con goce de sueldo— para preparar su defensa legal contra dichas acusaciones, dejando a Fabio Sandri quien es el director financiero, a la cabeza.
Otra empresa avícola involucrada es Claxton Poultry, que junto con Pilgrim’s fue acusada en una corte en el estado de Colorado de incrementar los precios a tiendas y restaurantes sin fundamento, desde 2012 hasta 2017.
En total, cuatro ejecutivos de dichas compañías enfrentarían, de acuerdo con la cadena de noticias BBC, 10 años de prisión y una multa de hasta un millón de dólares. En esta investigación también estarían involucrados Tyson Foods y Sanderson Farms, quienes han negado las acusaciones.
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